jueves, 16 de mayo de 2013

1º PREMIO PARA MARÍA IGLESIAS LÁZARO, 1º ESO. RELATOS CORTOS Y DIBUJOS. AULA DEL BOSQUE DEL AMOGABLE.

Los alumnos de 1º ESO participaron en el VI Concurso de Relatos Cortos y Dibujos que convoca el Aula del Bosque del Amogable con motivo de la celebración del Día del Árbol. Había grandes relatos pero el mejor fue el que escribió vuestra compañera María Iglesias Lázaro que consiguió el primer premio en la categoría  de Secundaria (12-15 años). ENHORABUENA, MARÍA. Te animamos a que sigas escribiendo porque tienes una gran imaginación. Aquí os dejo el relato ganador. Espero que os guste.
EL SAUCE LLORÓN.

Érase que se era, el veintiuno de enero, nevaba, pero el sol relucía, tímido, entre las montañas. Los copos habían cubierto las laderas, parecían esponjosas nubes, vestidas con suaves y galantes trajes blancos. Llegó la noche, apareció la luna acompañad de estrellas, puntos lejanos del firmamento, relucientes y vivarachos, saltando y jugando, silenciosos.
Se oyó a lo lejos el llanto de una criatura, en lo más hondo del valle se encendieron las luces. La hija de la granjera acababa de nacer.
_ Se llamará Sauce, Sauce Valada.
La joven creció, no pudo ir al colegio debido a la miseria que ganaban sus padres. El dinero solo llegaba para lo necesario y no era apropiado gastárselo en la educación de Sauce Valada. Aun así, la niña tenía una mente extraordinaria, extraordinariamente buena. Esta jamás mentía, salvo que fuera para ayudar a alguien. Cuando se encontraba a algún animal malherido se lo llevaba a casa y no lo dejaba en libertad hasta que no se había recuperado totalmente.
Cada día daba largos paseos por el bosque. Ella notaba a los árboles y los trataba de un modo diferente; como a valiosos amigos, pero, desde niña, el gran árbol de tronco delgado y frondosa copa, que miraba al cielo era su favorito. Se acercaba a él y se sentaba a su lado, le contaba sus penas y sus alegrías, lo retrataba y jugaba con él, abrazándolo y subiéndosele.

Cuando la muchacha cumplió veinte años sus padres quisieron casarla. Era muy agraciada, con ese pelo ondulado y esos ojos verdes penetrantes, perdidos en el horizonte, pero siempre alegres.
Querían prenderla a un hombre rico y apuesto, pero ella ya no tenía corazón; se lo había regalado al árbol de la copa que observaba el cielo. Ella se daba cuenta de que el vegetal le hablaba, de que aquel ser la sentía... Se daba cuenta de que el árbol le había demostrado que la necesitaba.
Sauce Valada se había enamorado perdidamente... del árbol más alto del bosque Verdeavellano.
Pasado un tiempo, se originó un terrible incendio. Cuando Sauce Valada lo supo echó a correr hacia el bosque, donde estaba su amado. Su padre hizo todo lo posible por evitarlo, pero la cabezonería de su hija lo venció. Se adentró demasiado, no percibió que estaba perdida hasta que se vio rodeada por las llamas. Le costaba respirar. El humo era demasiado espeso. Se dio cuenta de que ese sería su fin, pero debía seguir luchando, ella lo sabía, como también sabía que, aunque el incendio se acabara, había inhalado demasiado humo. Intentó apagar parte del fuego para así poder ver a su amado una vez más.
La falta de aire y la escasez de fuerzas se lo impidió y cayó. Cayó pensando en su amor, en que, por muy ridículo que pudiera parecer era verdadero. Que él, el árbol formado en persona estaba dentro de aquel flaco y alto tronco, que tenía corazón y que tenía alma...
El incendio pronto se acabó. Quedó intacta la parte en la que habitaba el gran árbol. La muchacha se había desviado. Se había extraviaron entre tanto humo.
Cuando conocieron su muerte, los familiares y amigos llevaron flores al árbol. Esa tarde llovía. El árbol bajó la copa, esta que siempre miraba hacia el cielo. Ahora las ramas señalaban el suelo, las gotas de agua resbalaban por las hojas, dando la sensación de que éste lloraba.
Por ello le llamado, en un principio, el Llorador Sauce Valada, pero, con el tiempo acabó denominándose Sauce Llorón. Y, el nombre ha perdurado hasta nuestros días.

María Iglesias Lázaro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario