martes, 3 de mayo de 2016

LA GENERACIÓN DEL 27.


En  1927 se conmemoró el tercer centenario de la muerte del poeta Luis de Góngora. Este acontecimiento reúne en Sevilla a un grupo de poetas que compartían unas características comunes y que se conocen como la Generación del 27 (Grupo del 27, La generación de la Amistad). Todos ellos tenían edades similares, les unía una relación de amistad, eran liberales y tenían una gran cultura literaria y curiosidad intelectual. Su origen familiar era acomodado y colaboraban en revistas como La Gaceta Literaria y Revista de Occidente.
Solían reunirse en la Residencia de Estudiantes. Compartían el afán de modernizar la poesía, tomando como maestros a Juan Ramón Jiménez y a Ortega y crearon un lenguaje generacional compartiendo su admiración por lo clásico y lo moderno.  
Sus integrantes son: Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Pedro Salinas, Jorge Guillen, Gerardo Diego, Emilio Prados, Luis Cernuda, Rafael Alberti y Manuel Altolaguirre. El Grupo del 27 se caracterizó por la equilibrada dualidad que mantenían en relación a la poesía: combinaron lo tradicional y lo clásico; admiraban tanto lo popular como lo culto y se interesaron por la literatura hispánica y por la europea.  Los poetas de la Generación del 27 aportaron a la poesía nuevas imágenes y metáforas de tipo irracional, y nuevos tipos de verso como el verso libre y el versículo, que renovaron la métrica presente.

El grupo poético del 27 asimila las formas anteriores y respeta la tradición. Esto no contradice esa inmensa labor suya en la renovación de la lírica española. Su amor por los clásicos fue inmenso y sus fuentes muy diversas:

1.- Las composiciones populares medievales de Cancionero y el Romancero,  o las cancioncillas de Gil Vicente o de Juan del Encina (influencia marcada especialmente en la poesía de Lorca y en Alberti).

 2.- La literatura tradicional,  admiraron composiciones clásicas como las de Jorge Manrique, Garcilaso, San Juan de la Cruz, Fray Luis de León, Quevedo, Lope de Vega y sobre todo  Góngora, que fue el maestro de la metáfora.

 3.- La poesía más cercana, admiraron  a Bécquer, Rubén Darío y a Juan Ramón Jiménez.

 4.- De las vanguardias tomaron las imágenes novedosas, originales y provocadoras, así como la total libertad en la métrica y el uso de imágenes ilógicas. Ramón Gómez de la Serna, con sus deslumbradores hallazgos de imágenes novísimas .
 
ETAPAS DE LA EVOLUCIÓN DEL GRUPO DEL 27.
JUVENIL (hasta 1927).
En un principio, se muestra la influencia de Bécquer, y Rubén Darío; más tarde de Juan Ramón Jiménez que los orienta hacia una "poesía pura". La influencia de Ramón Gómez de la Serna y de las vanguardias (creacionismo y ultraísmo) encauzaron algunas obras hacia una poesía deshumanizada.
Paralelamente, el anhelo de perfección formal desemboca en el fervor por Góngora.

MADUREZ (de 1928-1936) . La influencia surrealista "rehumanizó" la lírica, expresando la angustia y la rebeldía del poeta. Comienza una época de poesía trascendente, humana y apasionada. Señalemos unas fechas significativas: en 1930, el novelista José Díaz Fernández publica un ensayo titulado El nuevo Romanticismo, en que, frente a una «pureza» caduca, propugna una vuelta a lo humano y «un arte para la vida». En 1935, Neruda funda en Madrid la revista Caballo verde para la poesía, en la que aparece el «Manifiesto por una poesía sin pureza», es decir, inmersa en las circunstancias humanas y sociales más concretas.
            La caída de la Dictadura y de la Monarquía y las vicisitudes de la República trajeron nuevas inquietudes, a las que los poetas del grupo —en parte— no podían ni querían sustraerse. Ya a propósito de su gran libro surrealista, Lorca había dicho: «Con Poeta en Nueva York, un acento social se incorpora a mi obra.» Y en efecto, los acentos sociales y políticos que clausuraron las vanguardias entran también en la poesía. Más aún: Alberti, Cernuda o Prados adoptarán una concreta militancia revolucionaria. Y, de forma más o menos activa, todos los demás se mostrarían partidarios de la República, al estallar la guerra.

ETAPA FINAL (a partir de 1939). Tras la guerra civil española, el grupo prácticamente se disolvió debido al exilio de algunos poetas  (excepto Aleixandre, Dámaso Alonso y Gerardo Diego) y al asesinato de otros, como Lorca. En el exilio, Jorge Guillén empieza en 1950 un nuevo ciclo. En España,  Hijos de la ira, de Dámaso Alonso representa un humanismo angustiado. Y en 1977 se otorga el Premio Nobel a Vicente Aleixandre.

¿Qué afinidades estéticas se aprecian en los integrantes  del Grupo del 27?
Su tendencia al equilibrio, es decir, a la originalísima síntesis entre ciertos polos entre los que se había debatido la poesía española de los últimos lustros:
1)      Entre lo intelectual y lo sentimental: Se les acusó de intelectualismo y lo cierto es que la emoción será refrenada y, trascendida estructurada por el intelecto.
2)      Entre una concepción cuasi mística de la poesía y una lucidez rigurosa en la elaboración del poema: En las poéticas de la Antología de G. Diego abunda la idea de la poesía como algo inexplicable, trascendente, demiúrgico. Pero también destaca igualmente la exigencia de creación lúcida, de rigor técnico y de trabajo bien hecho.
3)      Entre la pureza estética y la autenticidad humana: Es cierto que estos poetas ponen la belleza por encima de todo como Juan Ramón. La preocupación por la autenticidad humana irá en aumento con los años, pero no se abandonará la exigencia estética. 
  4)  El imperativo de selección de estos poetas hace que su obra confine con un arte de minorías, pero ninguno de ellos suscribiría el conocido lema de Juan Ramón cuyos poemas alternan hermetismo y claridad. Salinas pensaba que la faena del poeta es hacer comunicable a otros la experiencia de vida que constituye el poema, y que este es una soledad abierta a todos en cuanto que es comunicable y convivencial. Si hay algo común a las trayectorias de todos ellos, sería el tránsito del "yo" al "nosotros".
5) Entre lo universal y lo español: El poeta y crítico Enrique Díez Canedo afirmaba que la obra de los poetas jóvenes de España significa el ponerse a tono con la poesía universal.


Os dejo varios enlaces con presentaciones muy útiles para comprender mejor la labor poética del Grupo del 27.