martes, 10 de diciembre de 2013

RELATOS NAVIDEÑOS PARA TODA LA FAMILIA (PRIMERA PARTE).


LA LEYENDA DE LA ARAÑA DE NAVIDAD.Orly Borges. 
Hace mucho tiempo, en un pueblecito allá en las montañas, iniciaron los preparativos para la Navidad y como era costumbre, todas las mujeres se pusieron, escoba en mano, a limpiar y limpiar hasta dejarlo todo reluciente para cuando llegaran las esperadas fiestas Navideñas. En una de las casas habitaba una araña que tenía instalado su nido en las vigas del comedor. Viendo temerosa que la escoba se acercaba peligrosamente donde estaban sus pequeñas hijas, las llamó a todas y se las llevó un poco más arriba, donde había un pequeño hueco entre ladrillos y que casi no era visible.
“Allí estuvieron escondidas varios días, hasta que una noche observaron algo asombroso: en el comedor había brotado un árbol con centelleantes  luces y lleno, desde la raíz a las puntas, de toda clase de cosas brillantes y deliciosas.
Las pequeñas arañas estaban muy impacientes y solo querían ir hacia el árbol, pero la mamá araña no les dejó acercarse a él hasta que en la casa solo se oyó el silencio.
Entonces, las arañitas, se deslizaron por sus hilos y bajaron hasta el árbol para ver de cerca todas aquellas maravillas. Se pasearon arriba y abajo mirándolo todo, tocando los adornos con sus patas y dando tantas vueltas que, al final, todo el árbol quedó envuelto en una gran masa de telarañas y el árbol perdió todo su esplendor.
"Justo aquella noche era la noche en que Santa Claus llegaba a las casas para dejar sus regalos”. Se rio mucho viendo lo felices que eran las arañas, pero también sabía que los niños se pondrían tristes cuando vieran su árbol tan sucio y gris.


Así que les preguntó a las arañitas si querían quedarse en el árbol para siempre. Algunas dijeron que sí y otras decidieron volver a su nido. Santa Claus sopló sobre el árbol y, las que quisieron quedarse, se convirtieron en arañitas doradas y sus hilos en bonitas y brillantes guirnaldas que colgaban de las ramas del árbol, haciendo que éste fuera aún más bonito.
Y ésa es la razón por la que muchas personas ponen arañas y guirnaldas doradas en los árboles de Navidad.
LEYENDA DE LA POINSETTIA.
En todo el mundo se conoce una flor, en forma de estrella, como la "flor de Nochebuena", para nosotros "Flor de Pascua". Cuántas veces nos hemos detenido a contemplar sus hermosos colores : rojo y verde. En el mes de diciembre, por todos lados la vemos y llega a convertirse en un símbolo que parece decirnos en cada pétalo: ¡Feliz Navidad! ¿Pero por qué es esa flor y no otra? .
¿Por qué la flor mejicana denominada CUETLAXOCHITL se convirtió en la "flor de Nochebuena"? Hay una hermosa leyenda que data de hace varios cientos de años y que surgió en algún pueblecito mejicano. Dicha leyenda cuenta la tierna historia de una niña, de escasos diez años, cuya madre tenía el encargo de tejer una mantita nueva para el pesebre del Niño Jesús de su iglesia, ya que la que tenía estaba muy vieja y raída. Ella aceptó encantada la distinción que le confería el párroco. Empezó a elaborarla con gran entusiasmo, pero al caer gravemente enferma no pudo terminarla y la dejó a medias en el telar. La niña, preocupada, intentó acabarla, pero sólo consiguió enredar todos los hilos y las madejas. Al día siguiente, al atardecer, empezó la procesión al templo de todos los lugareños y la pequeña, escondida detrás de un gran matorral, llorando, los veía pasar con enorme tristeza, pues su madre seguía enferma y no había mantita nueva para el Niño. De pronto se le acercó una anciana bondadosa y le preguntó qué le pasaba. Lucina, que así se llamaba la niña, le contó toda su pena y la buena mujer la consoló diciéndole que ya no se preocupara, pues su mamá ya había sanado y que debía ocuparse de cortar unas ramas de esa planta que la escondía y que se las llevara como obsequio al Santo Niño.
La niñita, no daba crédito a lo que oía, pero obedeció dócilmente a la señora y con un manojo de aquellas ramas llegó corriendo al templo. Colocó con gran cuidado las varas alrededor del pesebre. Mientras, la gente, en silencio la observaba. De pronto todo se iluminó y de cada rama surgió una enorme estrella roja que entibió rápidamente el ambiente. La niña sonrió pues seguramente el divino Niño ya no pasaría más frío. Llena de alegría salió corriendo y vio que todos los matorrales de la calle y las montañas, lucían estrellas radiantes iguales a las que había en el pesebre y que su humilde presente se había convertido en el más resplandeciente de todos los regalos.
El nombre científico, con en cual se conoce esta bella flor mexicana, es el de "poinsettia" en honor del cónsul norteamericano que, en el siglo XIX, la transportó a los Estados Unidos y, de ahí, fue llevada al resto del mundo.
OS DEJO TAMBIÉN ESTOS  VÍDEOS.







No hay comentarios:

Publicar un comentario