lunes, 10 de marzo de 2014

REALISMO Y NATURALISMO (4º ESO).

A mediados del siglo XIX, surge una nueva corriente cultural y literaria que va desplazando al Romanticismo. Es el Realismo que tiene como objetivo fundamental explicar y analizar la realidad social. Esta corriente nació en Francia y el género literario más cultivado fue la novela. En la última década del XIX, el Realismo deriva en Francia hacia una nueva corriente, el Naturalismo, que pretende aplicar a la novela el método científico (describiendo y analizando al ser humano como un ser determinado por el medio ambiente y por la herencia biológica). Os dejo un vídeo en el que se resumen las circunstancias históricas más relevantes de  la España en este periodo así como las características del Realismo y del Naturalismo y los autores más representativos de ambas corrientes.
Imágenes representativas del S XIX.


ENLACES QUE SON MUY ÚTILES PARA ESTUDIAR EL REALISMO Y NATURALISMO.
Si pincháis en el siguiente enlace encontraréis interesantes textos realistas. 
En este enlace que os dejo a continuación hay actividades sobre el realismo que os pueden ayudar en vuestro trabajo y que también realizaremos en clase.

ADAPTACIONES DE OBRAS DEL REALISMO ESPAÑOL.
Fortunata y Jacinta de Benito Pérez Galdós. Fragmento de la serie de TVE.
Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós. Los Episodios Nacionales son cuarenta y seis novelas donde se narra la historia de España en el S XIX.
Os dejo también un vídeo que resume muy bien el argumento de la obra de Leopoldo Alas, Clarín: La Regenta. Es también una adaptación de esta obra (musical)
Adiós cordera. Os dejo el enlace para que accedáis a él. http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/alas/adios_cordera.htm

Aquí os dejo la presentación de vuestro compañero Gonzalo Rojo. Las demás no he podido subirlas pero todas estuvieron geniallll. Gracias, chicos.
EL GÉNERO NARRATIVO
  
El género narrativo se caracteriza por los siguientes rasgos:

A.- Un narrador relata unos hechos que pueden ser reales o imaginarios. Narra los hechos pero no interviene en ellos, sino que explica lo que les ocurre a unos personajes.

B.- Los hechos narrados se localizan en un espacio y un tiempo.

El género narrativo, por tanto, tiene como objetivo representar unos hechos, reales o ficticios, protagonizados por unos personajes y ocurridos en un espacio y un tiempo.
            La exposición ordenada de los hechos que suceden constituye el argumento o trama y se ajusta a una estructura: planteamiento (inicio de los hechos, presentación de personajes, situaciones …) nudo o clímax (se desarrolla el conflicto entre personajes) y desenlace (resolución del conflicto y final de la historia).

            Según la postura adoptada por la persona que narra los hechos, existen diferentes puntos de vista:

A.- Si se narra desde dentro, el narrador puede ser alguno de los personajes o incluso el más importante o protagonista. Se utiliza la primera persona narrativa (comprendí, vi, llegué…).

B.- Si se narra desde fuera, como observador, puede suceder que el narrador lo conozca todo, incluso el pensamiento de los personajes: es omnisciente. Si simplemente cuenta lo que ocurre, lo que ve, es un testigo. En cualquiera de los dos casos se emplea la tercera persona (pensaba, decía…)

La ambientación de la obra narrativa se consigue mediante la localización de los hechos en un tiempo y un espacio.

A.- El espacio o lugar donde se sitúa la acción puede ser de distinta índole: es real si el lugar descrito existe en un marco físico concreto; es irreal si no existe y es producto de la imaginación. A su vez puede ser ideal, si se ha imaginado como un lugar perfecto, o fantástico, si se sitúa en lugares lejanos o inexistente (galaxias, países imaginarios…).

B.- El tiempo es el momento en el que ocurren los acontecimientos narrados. Se suele diferenciar el tiempo o época en el que ocurre la acción (días, meses, años…) y el tiempo narrado, el que nos informa de cómo avanza la acción. Este el lógico si avanza cronológicamente; en ocasiones se avanza hacia el pasado (analepsis) y en otras, se avanza y se anticipan hechos del futuro (prolepsis).

            Los personajes son seres ficticios creados por el autor. Algunas veces coinciden con personas que existieron en la realidad; otras veces, reproducen modelos de conducta (el caballero, el héroe…). Podemos clasificarlos según dos puntos de vista: la caracterización y el grado de participación en la acción narrativa.

A.- Por su caracterización pueden ser personajes planos o redondos. Los planos no evolucionan a lo largo de la narración y siempre muestran los mismos rasgos de carácter, manera de actuar… por lo que sus reacciones son previsibles. Los personajes redondos, por el contrario, presentan una gran complejidad psicológica y van evolucionando, de modo que sus acciones y hechos pueden llegar a sorprender al lector.

B.- Por su grado de participación hay personajes principales (llevan el peso del conflicto) y personajes secundarios (ayudan a los principales pero no son imprescindibles). Los personajes principales suelen ser el protagonista, al que suceden los hechos y los desencadena, y el antagonista, que se opone al anterior.

CARACTERÍSTICAS DE LA NARRATIVA REALISTA.

.- Punto de vista del narrador. Predomina la narración en tercera persona y el punto de vista omnisciente: el narrador tiene la capacidad de conocer todo y de suministrar al lector la información que cree conveniente. El autor lleva a cabo un análisis riguroso de la realidad, ofreciendo un retrato exacto de lo que observa.
.- Personajes. El novelista siente gran interés por la psicología de los personajes y analiza la influencia del entorno en el comportamiento humano.
.- Ambientación. Los novelistas asumen la función de cronistas imparciales de su mundo y, por ello, se inspiran en el espacio y el tiempo que les proporciona su realidad inmediata.
.- Lenguaje. Se utilizan diferentes niveles de la lengua, pues se adjudican a los personajes registros lingüísticos en consonancia con su clase social. Por eso, en las obras realistas aparecen abundantes modismos, giros y expresiones populares. Los diálogos se convierten en un elemento importante.
.- Finalidad. La intención de los autores es crítica. No describen una polémica social y laboral únicamente con intención testimonial; acaban decantándose por enfatizar y señalar los aspectos más negativos del funcionamiento social como la explotación, la injusticia o el abuso de poder.
.- Temática. Dos son los grandes temas que recrea la narrativa realista: el mundo rural y el mundo urbano: los ambientes y las personas que viven en ellos, así como los problemas existenciales que se les plantean, quedan perfectamente retratados.

ADIÓS CORDERA. Leopoldo Alas “Clarín”

INTRODUCCIÓN
"¡Adiós, Cordera!" es un relato perteneciente a El Señor y lo demás, son cuentos (Madrid, 1893), la primera colección de cuentos que escribió Leopoldo Alas, "Clarín" (1852-1901). Constituye uno de los cuentos más líricos de esta obra.

Aunque con las novelas de La Regenta (1884) y Su único hijo (1890) la labor narrativa ha sido la más importante o la más considerada de "Clarín", la producción del autor se despliega también entorno a otras dos importantes facetas: la de la crítica literaria, recogida en las colecciones de Solos de Clarín (1881) y Paliques (1893) y la del cuento, de la que destacan la ya citada serie El Señor y lo demás, son cuentos (1893) y también Cuentos morales (1896). A caballo entre la novela y el cuento podemos citar asimismo como las más importantes novelas cortas la de Pipá (1886) y la de Doña Berta (1892), aunque son casi una docena las que escribió el autor.

El cuento oral es tan antiguo como la humanidad, no así el cuento literario que es de procedencia oriental.
El vocablo cuento proviene de contar, lo que se dice a viva voz. De aquí se deriva el cuento popular, que era también anónimo, extenso, con numerosos personajes, tramas complejas, y efectos múltiples. Y, sobre todo, con desenlaces inesperados.
Características del Cuento Literario:
.- Es narrativo, cuenta algo.
.- Es una narración fingida en todo o en parte; es ficción o invención literaria, aunque puede apoyarse en hechos reales o que hayan ocurrido en la realidad y que, inclusive, forman parte de la experiencia misma del autor.
.- Es creación legítima de un escritor, quien lo hace llegar al lector por medio del narrador.
.- Es corto, se desarrolla en pocas páginas.
.- Tiende a producir un solo efecto en el lector; el autor se interesa por un tema principal y no aprovecha los temas menores que la narración pueda sugerir.
.- Se configura el mundo ficticio mediante elementos diversos: ambientes, épocas, personajes.
.- El narrador cierra el desarrollo de su tema central mediante un oportuno desenlace, el cual, según el caso, puede resultar esperado o inesperado.

 ¡ADIÓS, CORDERA!
Estamos en la última década del siglo XIX, momento que representa la expresión de la decepción de la estética realista con respecto a la misma sociedad que había retratado. Se ha perdido la confianza en que la materia pueda dar razón y explicación a las cosas. El escritor, decepcionado, busca otro tipo de ámbito moral del que extraer una respuesta a la decepción y a la angustia. ¡Adiós Cordera! Pertenece a un tipo de cuentos protagonizados por débiles y humanísimos personajes. Clarín ya había creado en alguna de sus novelas personajes de estas características. "Clarín" siempre aborda, prioritariamente, la interioridad y la psicología de estos personajes, es decir, menosprecia lo real que hay en el entorno y renuncia a vincular el comportamiento de estos individuos a factores biológicos, materiales o físicos, porque para entender el personaje ya no es preciso entender también su alrededor.
¡Adiós, Cordera! es un cuento lleno de ternura. Los personajes que se presentan son personajes unidos todos por la fuerza del amor, personajes sencillos y llenos de humanidad. Sin embargo, la fatalidad logra un día romper esa unidad y separar sus vidas, arrancarlos los unos de los otros y dejarlos en la soledad extrema, en el dolor y en la impotencia de la angustia. Ese dolor por la pérdida sirve para poner de manifiesto el amor que los unía. Aún en lo trágico del desenlace, el amor es el elemento motriz que confiere unidad al cuento.

Resumen: Dos hermanos, Rosa y Pinín, viven en un prado de Asturias (en el camino de Oviedo a Gijón),  en el “prao” Somonte, alejados de la civilización, con su padre, Antón, tras la muerte de la madre. Adquieren una vaca que representa no solo el sustento de la familia sino también los afectos que Rosa y Pinín necesitan tras la muerte de la madre. Entre los cuatro se establecen unos fuertes vínculos de cariño que se verán truncados cuando la situación económica de la familia requiera la venta de la cordera para poder pagar el alquiler de la casa. Conviven en absoluta paz hasta la inauguración del ferrocarril, que tendrá consecuencias devastadoras. Cuando el padre se ve obligado a vender la vaca lo hace a escondidas, para que sus hijos no se enteren pero no lo consigue porque pide un precio muy elevado. Él mismo no quiere venderla porque es más que una simple vaca.
Una vez que Pinín y Rosa descubren los planes de venta, lo que era alegría y diversión se convierte en silencio y desolación. En el momento de la despedida, los hermanos miran con odio al comprador, aunque, no fueron los únicos en sentirse así. El padre de familia también se mostró desolado por la pérdida de la res.
Después de que La Cordera abandonase el prado, la soledad se apoderó de los que fueron sus mejores amigos. La llegada del ferrocarril, que tanto asustaba a la vaca, será finalmente quien lleve a la res al matadero pero también se llevará a Pinín al ejército. Será Rosa quien sienta una profunda soledad ante la falta de sus mejores amigos.
Ideas reflejadas en el relato:  Clarín compara las reses llegadas al mundo industrializado,  con los jóvenes soldados que son enviados a la guerra. En este cuento, se incluye la oposición entre el mundo industrializado y el campo. En Pinín y Rosa se plasma la evolución de la actitud que sienten hacia este mundo civilizado. En un principio, la presencia del ferrocarril les ocasionó una gran fascinación: “si al principio era una alegría loca, algo mezclada de miedo supersticioso, una excitación nerviosa… “. En el momento en el que se enteran de la venta, se produce un cambio de actitud, aunque, como dice Clarín, esa actitud positiva e impresionista permaneció durante un tiempo: “tardó mucho en gastarse aquella emoción de contemplar la marcha vertiginosa”. Esto se debe a la inocencia todavía presente en los hermanos. A partir de ese suceso, Pinín y Rosa miran a los trenes con rencor e incluso lo consideran su enemigo: “ Y Rosa y Pinín miraban con rencor la vía, el telégrafo, los símbolos de aquel mundo enemigo que les arrebataba…”
Y, por último, cuando Rosa está ya sin ninguno de sus compañeros, la situación le ocasiona una actitud de desprecio: “Con qué odio miraba Rosa la vía manchada de carbones apagados…”
Por tanto, se transmite una relación clara entre: la naturaleza y la inocencia, y la civilización con la ambición. El campo representa la vida sencilla y auténtica, ajena a las ambiciones y al poderío del mundo civilizado. Por el otro lado tenemos la sociedad y el progreso, con su afán por el dinero, sin piedad, sin sentimientos, imparable y representada por el telégrafo y el tren.

INTRODUCCIÓN DEL CUENTO.
El cuento nos sitúa en el Norte de España en el camino de Oviedo a Gijón, provincia de Asturias. Paz y tranquilidad. El “prao” Somonte era un lugar donde "no se veía vivienda humana: allí no llegaban ruidos del mundo" las "mañanas eran sin fin”, las tardes eran "tardes eternas".
Ya desde el principio se nos dice que: ”¡Eran tres! ¡Siempre tres! Rosa, Pinín y la Cordera." Y ya están presentados 3 de los personajes principales del cuento. Inmediatamente nos damos cuenta de que estamos en una zona rural. "El prao" la descripción del lugar es poética "era un recorte triangular de terciopelo" transmite así el autor una imagen artística del área con su forma triangular.
Se percibe además tranquilidad, que se nos anuncia en cada frase y palabra… el terciopelo representa la suavidad y, como se trata de un triángulo, el autor nos describe lo que vemos en cada ángulo: "Uno de sus ángulos, el interior, el inferior, lo despuntaba el camino de hierro de Oviedo a Gijón",  aquí salta la primera referencia al ferrocarril como la industrialización del área.
El título de la obra nos anuncia una despedida. En efecto hay en el cuento dos tristes despedidas: primero la Cordera que se la llevan por el ferrocarril al matadero, luego la despedida de Pinín que también se lo llevan ¿al matadero?, ¿a otro matadero? En este caso a la guerra, también se va a través del tren.
La descripción minuciosa de la realidad y los problemas sociales de la época quedan plasmados en este cuento en una abierta denuncia a males tales como la miseria, la falta de empleo, de oportunidades para los jóvenes, la carencia de tierras para los campesinos, la industrialización como un factor destructor y la guerra.
La familia Chinta vive en un estado de miseria absoluto; las condiciones de la casa eran deprimentes, no había empleo y a los jóvenes solo les esperaba la guerra…
En el primer párrafo el autor nos sitúa en el ambiente bucólico de la vida apacible de Asturias, nos presenta los elementos de la trama: "el camino hierro", el palo del telégrafo y 3 de los personajes. En el segundo párrafo nos describe a Rosa "menos audaz pero más enamorada de lo desconocido".
¿Qué representaba para Pinín y Rosa el telégrafo? El autor lo dice explícitamente "el ancho mundo desconocido, misterioso". Pinín se acercaba, subía, lo abrazaba , pero las jícaras seguían siendo aún un, "misterio sagrado". Pinín se quedaba en la idea del exterior del objeto, Rosa penetraba con su imaginación en los misterios de cómo "lo ignorado hablaba con lo ignorado" aunque su interés se quedaba en el ruido.
La presentación del padre Antón de Chinta viene en la narración en medio de la descripción de un paisaje apacible rodeado de tranquilidad campestre, solo perturbada por el sonido de los pájaros. Cielo azul, estrellas, árboles
La vida apacible de los niños se describe "teñida su alma, de la dulce serenidad soñadora de la solemne y seria Naturaleza". Esta expresión encierra la justa carga semántica con la que Leopoldo Alas Clarín nos deja definitivamente sentados en un mundo de naturaleza casi detenida en el tiempo y la distancia de un apartado rincón de España.
De un modo sencillo, pero con la intención quizá de sorprendernos; el autor nos va descubriendo quién es cada uno de los personajes y sus reacciones de acuerdo a su naturaleza. Por fin sabemos que Cordera es una vaca y que por lo tanto "…se abstenía de toda comunicación con el mundo civilizado", pero no nos queda duda de que los otros son humanos; nos ha dicho que Pinín subía al palo y que Rosa era "más enamorada".
El cuento muestra el amor por los animales. Cordera era como una abuela: "si pudiera se sonreiría". Clarín da a la vaca las características más nobles y la exalta hasta convertirla en cuna; por su testuz recordaba a la vaca santa.
Era solemne y serena, de movimientos pausados. Recordemos que era vieja. El afecto casi humano entre la vaca y los niños se hace patente en la referencia a su paciencia con los niños "…demostraba tácitamente el afecto del animal pacífico y pensativo"
Asistimos a un espectáculo en el cual personas y animales conviven en un mundo hostil para ambos. "La paz sólo se había turbado en los días de prueba de la inauguración del ferrocarril". Las referencias al ferrocarril son de "peligro", "catástrofe", "formidable monstruo". Y la reacción de la vaca fue primero de miedo y espanto y luego de "antipatía y desconfianza". Para los niños "impresiones agradables y persistentes".
"El tren era un accidente pasajero que se ahogaba en el mar de soledad que rodeaba el prao Somonte".
En el cuento se nos narra la relación entre los tres personajes la Cordera que era "mucho más formal que sus compañeros" (Pinín y Rosa). La relación de cada uno de los 3 personajes frente a estos elementos (el ferrocarril y el telégrafo) es diferente. Pinín había observado tranquilamente la presencia inofensiva del palo del telégrafo y no se atrevía a acercarse, pero el palo era "tranquilo" e "inofensivo". La inocencia de los niños contrasta con la potencia enorme del tren y de la inmensidad de la comunicación a través del telégrafo, capaz de transportar mensajes hacia un "ancho mundo desconocido, misterioso y temible". Veamos los adjetivos que utiliza el autor "desconocido, misterioso y temible". Todo lo desconocido es misterioso y temible , pero en este caso podemos ver cómo traspasa esta idea para tal vez acercarnos a la comprensión de que el desarrollo manifestado en dos hechos, la comunicación y el tren, perturban la tranquilidad y la vida apacible de los niños y la vaca.
La vaca se hace centro de la vida de una familia que vive en la miseria y la vaca, se convierte en el único sustento de la familia, ya que Antón comprendió que había nacido para pobre y la único animal que pudo comprar fue la Cordera. La madre  de los niños "murió extenuada de hambre y de trabajo" y en su lecho de muerte con sus ojos parecía decirle a sus hijos "cuidadla que es vuestro único sustento", refiriéndose a la Cordera.
La descripción de la casa en que vivían muestra las difíciles condiciones de vida de la familia: aquel hogar miserable,"…destrozado tabique de ramaje…” La vaca reemplaza a la madre "el amor de los gemelos se había concentrado en la vaca".
                  
La acción del cuento es mínima, breve, precisa: después de muchos años de cuidados hacia una vaca, hacia la Cordera, Pinín y Rosa se han encariñado con ella hasta el punto de focalizar sobre ella todas sus necesidades infantiles. Pero Antón de Chinta, su padre, ya viudo y colmado de deudas, se ve obligado a vender al animal y enviarlo al matadero. El dolor que esta brutal separación causa en los niños se multiplica más tarde en el corazón de Rosa cuando esta ve pasar un tren que, junto con otros reclutas, se lleva a su hermano a la guerra.

Estructura La trama en sí es también sencilla y puede dividirse en tres partes claramente diferentes: planteamiento, nudo y desenlace. En la primera parte se presentan las relaciones emocionales entre los personajes principales, esto es, entre Rosa, Pinín y la Cordera; una segunda, que es el núcleo dramático, en que presenta el conflicto económico familiar y la determinación del padre de vender a la vaca y una última parte, que representa ya el triunfo de la fatalidad sobre la familia y la consiguiente separación de los personajes.

El tratamiento del contenido es lo verdaderamente original en este cuento. El valor poético de la obra (el lirismo) viene determinado por el  simbolismo presente en él. Cuento sí, pero también poema, podríamos decir, en forma de cuento, porque más importantes que las palabras mismas es la tensión lírica con que "Clarín" las hace vibrar.
¡Eran tres: siempre los tres! Rosa, Pinín y la Cordera. Así empieza "Clarín" su obra, y no es de ninguna manera un comienzo espontaneo. Desde el comienzo planifica Clarín su obra para los fines que se propone. tres, primero en número, luego nombrando a los personajes, nos deja clara ya la fuerte unidad que existe entre ellos; por otro lado, mediante los signos de admiración, nos hace entender cuánto hay de emocional en esta unidad. Si el autor insiste en remarcarlo es sólo porque sabe la forma fatal en cómo será acometido al final este sentimiento.

"Clarín" escoge el tren y el palo del telégrafo como únicos elementos de conexión entre los personajes, en el "prao" Somonte, y el mundo civilizado y selecciona minuciosamente las palabras con las que los describe.
el tren, ese tren que para Rosa y Pinín es al principio una alegría loca y luego un recreo pacífico, suave, renovado varias veces al día, ese tren, que será quién se lleve a la Cordera a cumplir su último destino en el matadero y también a Pinín a la guerra. Al remarcar la inocencia con que los niños contemplan el tren, "Clarín está orientando su relato a futuras implicaciones.

Podemos decir que toda la primera parte está actuando también como soporte emocional de la última, influyendo en su interpretación final y siendo por tanto el alma del cuento. Si no resultaría difícil comprender el odio que inunda al final el corazón de Rosa: Con qué odio miraba Rosa la vía manchada de carbones apagados, con qué ira los alambres del telégrafo
"Clarín" se ha preocupado de mostrarnos, desde la primera línea del cuento, el sincero amor que recíprocamente se brindan Rosa, Pinín y la Cordera. Ese amor es intenso, pero el dolor que su fatal truncamiento causa en los niños no se cuenta ni se describe de forma explícita, sino mediante la incursión, en el cuento, del palo del telégrafo y de la vía del tren. A través de la desolación de los ojos de los niños mirando con rencor la vía, el telégrafo, los símbolos de aquel mundo enemigo se nos hace evidenteEl dolor por la pérdida de un ser querido, entonces, no se expresa más que con la palabra rencor, pero en cambio esta palabra es de una fuerza tremenda en colisión con toda la simbología que "Clarín" ha dado al palo del telégrafo y a la vía del tren. Su secreto significado ha sido descubierto: porque les ha arrebatado a la Cordera lo que antes era algo desconocido, misterioso y contemplado por los niños con emoción ha pasado ahora a ser enemigo y contemplado con rencor.
No es difícil deducir de aquí cuán grande era el amor que sentían hacia la vaca y cuán intensamente están sintiendo por tanto su pérdida. Una pérdida cuyo dolor, sin embargo, no es todavía comparable al que siente Rosa al final cuando al vacío que ha dejado en su corazón su separación con la Cordera se suma también el vacío que le deja ahora su separación con Pinín, a quien se lleva también el tren. La soledad de la niña esta vez ya es extrema, y dando voz implícita al dolor lo que antes era rencor contra la vía se convierte ahora en odio, en ira.
La última frase de todas es la que más concreta esta emoción acumulada. La frase, oída por Rosa en las vibraciones del aire después de ver pasar a su hermano Pinín en el tren que se lo lleva a la guerra, es simple, casi vulgar:  ¡Adiós Rosa! ¡Adiós Cordera!, pero esconde una inquietud. "Clarín" no se limita a transmitir esa dualidad de angustias (la de Pinín y la de Rosa), sino que además rememora, con la palabra Cordera un animal que ya no está presente, que sabemos que murió. La angustia que sintieron entonces los niños al despedir a la vaca, y en tanto que la vaca suplantó un día el espíritu materno de una madre que moría señalándola a ella como salvación y sustento familiar, la angustia también de los niños al morir su madre, morir una madre por segunda vez. Dice Baquero Goyanes que " en esta integración final reviven los lamentos del pasado, que se clavan, y la palabra parece repetirse en las venas y en el aire hasta el infinito, en espacio y en tiempo, transformada en laberinto de angustia".


La estructura de la obra. Se  organiza mediante distintos paralelismos o repeticiones de motivos o símbolos.

PRIMERA PARTE. Aquella en que se presentan a los personajes y las relaciones emocionales que éstos mantienen entre sí, puede a su vez dividirse en dos subpartes. La primera está caracterizada por el contraste, pues presenta los personajes y su carácter a través de las distintas prespectivas con que contempla cada uno de ellos el palo del telégrafo y la vía del tren, es decir, a través de la tridimensionalidad de estos objetos; la segunda, se caracteriza por el amor y presenta al lector el triángulo afectivo que existe entre los personajes y que recíprocamente y de forma paralela mueve a los gemelos a cuidar de la Cordera y a la Cordera a velar por ellos.

SEGUNDA PARTE. Es ya el núcleo dramático y expone el conflicto de la historia, es decir, la necesidad, por cuestiones económicas, de vender a la vaca. De nuevo esta parte puede subdividirse en otras dos: una primera que es en la que después de valorar la situación, Antón toma la determinación de vender al animal y una segunda en la que la vende. La primera subparte, permite al autor remontarse al pasado económico familiar y a la muerte de la madre de los niños y mostrarnos el afecto maternal de la vaca pero aún así decide venderla. La segunda subparte, aunque culmina con la venta, no hace más que mostrar el cariño y la ternura que siente Antón por el animal, un cariño curiosamente espresado mediante un número, mediante un precio, pero un precio objetivamente excesivo,  que logra proyectar en el lector el estado anímico y la lucha psicológica de Antón por desprenderse de la vaca: "será una bestia, pero sus hijos no tienen otra madre, ni otra abuela". La reacción de los niños es desoladora, veían cómo su madre, abuela amiga se iba para ser sacrificada. A partir de ese momento comienzan a despertar a una realidad cruel e injusta. Pinín "con ojos como puños" miraba lleno de angustia mientras veía cómo le ponían una señal en la piel. Los niños "unidos por las manos, miraban al enemigo con los ojos espantados”. En este momento la tensión en el cuento alcanza su punto máximo "en el instante supremo se arrojaron sobre su amiga: besos, abrazos, hubo de todo". "No podían separarse de ella".
Por otro lado, la vaca se " vendería ... a vil precio",  lo cual hace más fuerte la idea que quiere transmitir "Clarín" de la falta de alternativas en el mundo en el que se narran los hechos. La  situación familiar no deja otra alternativa: "el amo no esperaba más". "Había que pagar o se quedarían en la calle".
El autor usa el lenguaje de la región para hacer referencias exclusivas a la situación " basta de pamemas", Sin duda, mío pa la había llevado al xatu" o para nombrar las cosas "prao, cucho, xatu, la gramática"… 

TERCERA PARTE. Actúa como desenlace y representa ya el triunfo de la fatalidad sobre la familia y la consiguiente separación de sus miembros. Se divide también en dos subpartes: una primera  en la que se va la Cordera y al día siguiente la ven pasar los niños en el tren que se la lleva al matadero, y una segunda en la que, años más tarde, Rosa ve pasar también a su hermano en el tren que se lo lleva a la guerra. Esta  última es la que concentra la denuncia de la obra, a un mundo urbano mezquino, corrupto y cruel y a un hombre, el civilizado, ausente de valores morales y espirituales y capaz de arrebatarles, a su compañera de tantas soledades, de tantas ternuras silenciosas, para sus apetitos, para convertirla en manjares de ricos glotones. Allá iba Pinín, como la otra, como la vaca abuela. Se lo llevaba el mundo; carne de vaca para los glotones, para los indianos; carne de su alma, carne de cañón para las locuras del mundo, para las ambiciones ajenas.
La idealización del campo frente al mundo del progreso sirve sólo de excusa para envolver lo que realmente es el tema central del cuento: el amor.
La escena del alejamiento del animal es la más lírica de la obra. Tal vez sea la falta de conciencia de la vaca ante lo que está sucediendo lo que hace que el lector sufra más por ella. La Cordera, que ignoraba su suerte, descanaba y pacía como siempre, como descansaría y comería un minuto antes de que el brutal porrazo la derribase muerta. De alguna forma su inocencia la hace totalmente inmerecedora de este destino. Y cuando vienen a llevársela, Clarín opta por personificarla, diciendo que iba de mala gana con un desconocido y  a tales horas. La vaca se da cuenta, entonces, de que algo extraño está sucediendo, pero no es consciente de su gravedad. Se presenta, el suyo, como un pensamiento de pereza, nada más. Lo que le molesta a la vaca es tener que salir a tales horas, pero nada le puede hacer pensar que no regresará, pues otras veces ha salido del prado Somonte y siempre ha regresado. Inocente, pues, la Cordera, no advierte la terrible tragedia que se avecina. 
El final resume todo el cuento, en el que hemos visto una familia sumida en el abandono  y todos separados física y emocionalmente.
El narrador es omnisciente, adopta el punto de vista de los distintos personajes.

El lenguaje, por su lado, es sencillo, fácil y directo, aunque sin diálogo prácticamente más que alguna frase colgada y normalmente introducida con una función simbólica.  

Personajes: son personajes redondos, es decir, su psicología cambia a lo largo del relato. 
Pinín: aunque muestra incredulidad con la nueva infraestructura del ferrocarril, se mantiene distante ante lo desconocido. Muestra al fin madurez y es consciente de la finalidad de esta venta: “la llevan al matadero… Cárcel de vaca, para comer los señores, los indianos”.
Rosa: es menos audaz que su hermano, aunque, sí, muestra curiosidad y por ello, pasaba horas escuchando el ruido que provocaba el viento en el alambre de esta infraestructura.
La Cordera: es más madura y formal y esto se demuestra en la falta de emoción ante la incorporación del ferrocarril.  La diferencia con estos dos anteriores es que es un animal. Además, este personaje tiene un carácter reflexivo, “meditaba más que comía”. Incluso el autor compara su experiencia  con las odas de Horacio. La vaca es el personaje representante de la maternidad pues, cuida a  Pinín y Rosa. Además, destila protección y cariño hacia sus compañeros. Esta actitud es recíproca, puesto que antes de que al dueño le regalase el prado, Rosa y Pinín se preocupaban por llevarla a los mejores pastos.
Por tanto, también se puede interpretar de otra forma: el agradecimiento por parte de La Cordera a estos niños, ante la preocupación inicial de éstos, cuando la situación era incluso más pésima.
Antón de Chinta su papel en la obra indica la dureza de la vida para un adulto y su decisión, que no podía ser otra, determina la separación de Pinín, la Corder a y Rosa.
La importancia del espacio: el autor gradúa  la intensidad del relato y en un principio, prevalece la sencillez, la pureza y la tranquilidad del campo. En cambio, cuándo aparece este nuevo mundo, el civilizado, el tono pasa a ser menos armonizado; lo que supone una clara contraposición.
Las descripciones de la vida  del campo están compuestas a través de la sencillez: los rayos del sol, el único ruido que se escucha es el zumbido de los insectos, los pájaros, los árboles… En cambio, la aparición del mundo civilizado, está ligada a los elementos materiales y a la avaricia. Hasta entonces, no se había aludido al dinero, y esta materialidad acaba impregnando al dueño de la res: “el peso en el bolsillo le animaba también”. Rosa, finalmente, relaciona este mundo civilizado con el abandono, la soledad y la muerte.




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