SUPERHÉROES AMERICANOS. COMIC BOOK.
Los cómic de Superman o Spiderman, Batman o
los X-Men, se publican al mismo tiempo, tras su primera edición norteamericana,
en España, Italia, Francia, Inglaterra, Italia, Alemania, Grecia, Portugal y
otros países europeos, al tiempo que se han extendido hasta Oriente y Asia y
han llegado, incluso, hasta Japón. Sumando las ediciones centro y sudamericanas
–principalmente desde Méjico, Brasil, Argentina y Chile–, más las
correspondientes a países tan dispares como Australia, Malasia, La India, etc.
La presencia de estos cómics y superhéroes es hoy prácticamente planetaria y
global.
Es así como los superhéroes de papel se han
convertido, junto con el cine americano y las teleseries, en embajadores y
representantes culturales de los valores de la sociedad de los Estados Unidos
de Norteamérica (grupos de niveles culturales medios de la sociedad).
De la tira de prensa diaria al comic book.
El cómic nace en el siglo XIX, en Europa y
en los Estados Unidos, en procesos paralelos pero claramente diferenciados. En
Europa en las revistas ilustradas dirigidas a lectores adultos, desde donde se
traslada a los tebeos infantiles. Mientras que en Norteamérica lo hace en la
prensa diaria de las grandes ciudades. Y en ambos casos con temáticas
diferentes y un desarrollo expresivo propio (si bien desde el primer momento se
produjo una interacción entre el cómic europeo y el americano.)
Pese a similitudes e influencias, el cómic
americano tomó pronto la delantera sobre las obras y los autores europeos
gracias al temprano desarrollo de una industria de producción y distribución específicas
y al crecimiento de su prensa, soporte de todo tipo de cómics.
Desde 1896, fecha oficial de nacimiento del
cómic en Estados Unidos, éste asimilará modelos y personajes europeos y dará
vida a otros propios que son fruto de la mezcla interracial y multicultural que
está en la base de la sociedad americana de principios del siglo XX,
principalmente con personajes humorísticos.
No será hasta 1929 cuando, coincidiendo con
el crack económico que da lugar a la gran Depresión, aparecen los primeros
personajes y series de cómics de acción y aventuras exóticas, influidos por la
novela popular y el cine de acción, especialmente los seriales de aventuras y
fantásticos. Desde las selvas africanas hasta el espacio y las aventuras
interplanetarias surgen: Tim Tyler´s Luck (1928, primero con un tratamiento
semihumorístico y a partir de 1932 de aventuras), Tarzan (1929), Buck Rogers fragmento de página dominical de Buck Rogers
(1929), Scorchy Smith (1930), Dick Tracy
(1931), Brick Bradford (1933), Radio Patrol (1933), Secret Agent X9 (1934),
Flash Gordon (1934), Jungle Jim (1934), Mandrake (1934), Terry and the Pirates
(1934), etc. etc… todos ellos nacidos para su edición en la prensa diaria y
dominical. Hasta llegar a 1938 con la aparición de Superman, el primer
superhéroe del cómic mundial.
Según los sociólogos la aparición de estos
cómics de corte “realista” no responde al azar, ya que el desarrollo y auge del
género de aventuras, y su reflejo en el cómic, son fruto de la crisis de la
sociedad norteaméricana, que en aquellos años buscaba nuevas emociones y nuevos
medios de evasión.
Los cómics europeos –y antes el folletín y
la novela popular habían estado tradicionalmente protagonizados por niños
traviesos, espadachines, enmascarados, vaqueros, policías, piratas, detectives,
payasos, animales antropomórficos, aventureros y héroes de todo tipo. Pero
nunca la cultura del viejo mundo dio superhéroes. Ésta fue una aportación
netamente americana a la cultura de masas y su aparición significó el
afianzamiento y desarrollo de los comic books.
Hay que recordar que si bien en
Norteamérica el primer soporte editorial del cómic fue la prensa diaria y las
revistas ilustradas y de humor, con personajes de la envergadura de Little
Bears and Tigers (serie hoy discutida por algunos estudiosos, en su valoración
de auténtico cómic), The Yellow Kid, The Katzenjammers Kids, Foxy Grandpa,
Happy Hooligan, Buster Brown, Little Nemo, Mutt and Jeff, Krazy Kat, Polly and
Her Pals o Briging Up Father, hasta la aparición a partir de 1929 de los
grandes cómics seriados de aventuras... La verdadera originalidad de la
industria editorial americana fue la creación del comic book.
El comic book es un soporte y medio
editorial que “inventó” Harry Wildenberg, al fabricar un cuadernillo de papel
de periódico de un formato aproximado de 25 x 18 cms, que inicialmente
recopilaba y reeditaba comics, ya publicados en la prensa diaria. Pero fue
Maxwell C. Gaines el primer auténtico promotor y productor de comic books, con
la publicación de Funnies of Parade en 1933, y en el mismo año con Famous
Funnies.
Pero
no será hasta la aparición del cómic de superhéroes, a finales de los años
treinta del siglo XX, con Superman, creado primero pensado en la prensa y
realizado después específicamente para ser editado en los comic books, cuando
este modelo editorial (similar a las tradicionales revistas de historietas o
tebeos europeos, pero no igual) se afianza y se establece su canon que, con
retoques y variaciones, ha llegado prácticamente igual hasta nuestros días,
gracias al éxito comercial del género de superhéroes.
No es casualidad que la penetración del
modelo del superhéroe en los comic books y el éxito de éstos en el tejido de la
sociedad Norteaméricana, se produzcan en un momento de especial receptividad de
ésta, y que su triunfo de masas se corresponda con el triunfo del primer
superhombre: Superman.
Superhéroes y comic books, una historia
paralela.
Superman recoge la tradición del folletín,
de los relatos pulp americanos de los años 20 y 30 especialmente la colección
Doc Savage, llamado “el hombre de bronce”— y de las películas de acción de la
época. Con el antecedente específico de la novela Gladiator, de Philip Wylie,
(1930), que presenta a un hombre con superpoderes que ya anuncian los que más
tarde tendrá Superman.
Superman constituye el inicio de una nueva
mitología. Los héroes de los comic books de los primerísimos años 40 ya no
continúan la tradición de los anteriores héroes de ficción americanos, como
Paul Bunyan o Davy Crockett, sino que transforman dicha tradición folklórica
para incorporar los elementos de la nueva cultura de la época. Surgen así los
superhéroes, con su doble identidad, vestidos con uniformes de colores vivos,
poseedores de poderes superhumanos, protagonistas de las más extrañas y
paroxísticas aventuras... que pasarán desde entonces a ser parte de la cultura,
de la narrativa y de los sueños americanos... Justo en los momentos previos a
la Segunda Guerra Mundial, cuando el grupo social americano va a presentar una
especial agresividad.
Fruto de un proceso industrial y comercial
particulares, el comic book, y sus principales protagonistas, los superhéroes,
son parte legítima de la cultura autóctona norteamericana tanto en su versión
editorial como en la proyección artística que mucho más tarde les dieron los
artistas del “pop”. El cómic de superhéroes es algo netamente americano. Como
las bebidas con cola, el chicle, las majorettes o el béisbol. Y son
precisamente estos comic books los que marcan la mayor diferencia entre la
producción editorial americana y europea de cómics Justamente los comic books
serán en Europa una curiosidad y un producto de importación exótico, hasta que
a partir de los años 50 se convierten en avanzadilla de la globalización
cultural y económica, cuando aún no se había formulado este concepto pero
Norteamérica ya había plantado las semillas del intervencionismo y del dominio global
fruto de la posguerra mundial.
Este modelo de cómic, poblado por
superhombres y por supermujeres (pero menos), capaces de las más delirantes
hazañas, conectó fácilmente con un público lector pasivo y cómodo, generalmente
niños y adolescentes que, junto con muchos adultos apenas alfabetizados,
buscaban nuevas sensaciones. Es la “gente de la calle” que surge de los
estratos medios de la sociedad de masas americana en el primer tercio del siglo
XX. A su perfil sociológico contribuyó
proporcionalmente la penetración de los superhéroes en todos los medios en
tanto que parte del nuevo Olimpo de los nuevos héroes americanos.
El 12 de febrero de 1940 comenzaba en
Norteamérica un serial radiofónico cuya presentación, al inicio de cada
episodio, era: «Más rápido que una bala... Más poderoso que una locomotora...
Capaz de saltar sobre los rascacielos... (y seguía:) ¡Miren al cielo...! ¡Es un
pájaro...! ¡Es un avión...! ¡Es Superman...!!!»
Para entonces Superman ya era un mito de
masas. Tal y como la publicidad de Editor Press dirá: Superman es una criatura
«nacida en otro planeta..., lanzada hacia la Tierra por un cataclismo
sideral..., esta criatura de poderes infinitos, mentales, morales y físicos,
opta por trabajar como periodista. Prevé desastres..., resuelve crímenes, salva
vidas con sus recursos sobrehumanos (...) Un cómic que embarga la imaginación,
mueve el corazón y lleva al lector a una época que está por llegar...»
Superman, el primer superhéroe de los comic
books.
Superman fue creado en 1933 en las páginas
del fanzine Science Fiction. Sus autores eran dos adolescentes de Cleveland:
Jerry Siegel, guionista, y Joe Shuster, dibujante, editores del fanzine. Tenían
16 años, eran amigos y vecinos, les gustaban los cómics. Juntos plasmaron en
Superman la vitalidad y el deseo de superación de su generación.
Buscando un medio de vida se lanzaron a la
creación de cómics. En momentos en que el medio estaba experimentando grandes
cambios técnicos, comerciales y expresivos, Siegel y Shuster crearon personaje
tras personaje de nuevo cuño para captar el interés de los diarios y las
agencias de prensa, hasta llegar a su máxima creación, Superman.
Así,
este superhéroe, origen de todos los superhéroes del cómic, surgió como la obra
de dos jóvenes que se dirigían a un público de jóvenes con un dibujo nuevo, con
muchos elementos tomados de la cultura popular que los americanos de los años
treinta consumían. Tal y como Steranko ha dejado escrito con gran justeza:
“Superman es la personificación de la última fantasía sicológica adolescente:
el hombre más poderoso del mundo. Se trata de un héroe creado por niños para
niños”
Su
primera aparición tuvo lugar en el cuento ”The Reign of Superman”. Meses
después sus autores pensaron en convertirle en protagonista de un cómic y poco
a poco perfilaron sus características: la procedencia de otro planeta, la doble
identidad como hombre tímido, la profesión de periodista, la caracterización
mediante la capa y el uniforme con la emblemática S en el pecho, los
superpoderes del personaje... El primer superhéroe de los cómics ya estaba
totalmente tipificado, desarrollado inicialmente en formato de tira de prensa,
si bien ante el éxito de los primeros comic books Siegel lo reformuló como
personaje de comic book. Para finales de 1934 Shuster ya había dibujado y
entintado la versión definitiva de la primera aventura de Superman... que no se
publicaría hasta junio de 1938.
Durante varios años, entre 1934 y 1938, Siegel
y Shuster intentaron inútilmente vender su obra. Superman fue ofrecido y
sucesivamente rechazado por varias agencias de noticias y también productoras
de cómics. También fue rechazado en el mismo tiempo por los editores de los
comic books.
Por fin, se publicaron las primeras 13
páginas de Supermán en junio de 1938 en Action Comics cediendo, Siegel y
Shuster, prácticamente todos sus derechos por la cantidad de 10 dólares por
página.
La aparición de Superman en Action Comics
supuso un éxito completo e inició una constante carrera de éxitos comerciales
que superó cualquier expectativa que los autores y su fortuito editor pudiesen
haber tenido. Así, en el verano de 1939 Superman tuvo su propio comic book con
su nombre como título. También en 1939 el McClure Syndicate contrató el
lanzamiento de Superman como tira de prensa para los diarios, y en 1941 más de
300 diarios norteamericanos publicaban sus aventuras, alcanzando una tirada
combinada de 20 millones de ejemplares. Lo que llevó a que Superman comenzara a
publicarse casi inmediatamente en otros países (entre ellos Italia, España,
Argentina, Brasil...).
En 1940 Superman tuvo su propio programa de
radio. En 1941 los Estudios Fleisher comenzaron a producir la serie de dibujos
animados de Superman... Una década después se rodaron dos seriales
cinematográficos de Superman y poco más tarde pasó a la televisión. Más
seriales de cine. Después vino la puesta en escena teatral en Broadway. Más
televisión... Otras adaptaciones a diversos medios... Merchandising de todo
tipo... Y por fin el paso a la gran pantalla con la categoría de
superproducción.
La información de esta entrada está tomada de la siguiente página :
http://www.tebeosfera.com/1/Seccion/CDT/03/Superheroes.htm
http://www.tebeosfera.com/1/Seccion/CDT/03/Superheroes.htm
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